Esto es un testimonio.
Todo lo que contare es verídico, ejemplo de mis propias vivencias y experiencias.
Empecemos por lo principal y esencial.
Anoche, aburrida que estaba como todos los sábados noche (bueno, no quiero dar imagen de forever alone, todos no, pero casi casi) me metí en salseo en un grupo de Facebook donde llevo metida hace apenas un par de meses, y que sinceramente, muchos días en los cuales me siento realmente sola, me da la vida.
Es de esos grupos donde te agrega una amiga, ves de que va la cosa: comentar chorradas, compartir opiniones, cachondeo y muy buen rollo… y decides meter a más amigas tuyas y eso se convierte en tu grupo donde recluirte cuando el día ha sido una mierda (el 90% de los míos, por cierto)
Pues eso, a lo que iba, que me despisto con facilidad (soy un poco Ralph Wiggum, que le vamos a hacer, a estas alturas de la vida creo que ya no tengo remedio)
En uno de esos debates, alguien comento, y cito textualmente: “pero sin que sea un consejo sino más bien un recordatorio, internet, como el mundo en general está lleno de... Gente no muy normal por decirlo de manera fina.”
Y a raíz de esa opinión, alguna más salió, del palo “si quedas con alguien de internet que sea donde haya mucha gente, no vaya a ser un psicópata” o “por si acaso llévate a un par de amigos y que te vigilen de cerca, no vaya a ser que te haga algo”
Pero vamos a ver… el mundo se ha vuelto totalmente loco?? (tan psycho puede ser la otra persona como yo misma no? Si nos ceñimos a lo de “internet está lleno de gente no muy normal”).
Eso me toco la moral, porque yo, todos los chicos con lo que he estado, han salido de conocerlos a través de internet o cosas por el estilo, y mucha gente de mí alrededor está casada o emparejada con alguien que ha conocido a través de la red.
Por eso voy a compartir lo que yo he vivido en primera persona, por si alguien que me lee está en esa situación, estar hablando con alguien a través de internet y que tenga dudas de quedar (no tengo la verdad absoluta, y hay de todo en la viña del señor, pero yo por suerte, he tenido experiencias muy positivas, y no solo de amor, sino también de amistad)
El primer chico con el que estuve, V, le conocí a través de alguien que teníamos en común. Intercambiamos sms (en el 2000 era lo que había) durante algo más de un mes, y yo solo podía hacerme una idea de cómo era por su descripción y él de mí, ídem.
Eso sí era arriesgado y no lo de ahora, que puedes intercambiar fotos, videos y audios con la otra persona y hacer un retrato casi fiel a la realidad.
Pero bueno, me tire de cabeza a la piscina y la cosa salió bien.
Quedamos, nos fuimos de fiesta, nos besamos y estuvimos de manera intermitente durante año y medio.
No hubo nada más porque ninguno de los dos lo quería así en ese momento, pero a día de hoy (16 años después) sigo en contacto con él, así que tan “rarito” no era.
Entremedio de esta “no relación” con pausas, conocí a M, a través de un chat de móvil.
Quizá de M si podría decir que fue la única experiencia mala, por decirlo de algún modo.
Nos conocimos en el mes de julio, y durante casi 4 meses estuvimos chateando, llamándonos, mensajeándonos y escribiéndonos cartas (el bello arte de escribir cartas que ya se ha perdido, que gran pena)
Sabia donde vivía, así que un día, se plantó con su moto delante de mi casa.
No me asusto en absoluto, es más, me pareció algo muy romántico.
Me acompaño al metro, ya que tenía que ir a trabajar y prometió irme a recoger a las 21:00 cuando plegara. Y lo cumplió.
Paso con su moto por el videoclub donde trabajaba y me llevo a su casa.
Vimos una película (Little Nicky, nunca lo olvidaré) escuchamos música a oscuras en su cuarto abrazados (ambos éramos fans de Eminem, así que esa fue nuestra banda sonora) y esa idílica estampa se repitió durante 4 noches, sin pasar nada más (hablando en plata, 0 sexo) y quizá ahí hubo el problema, porque de repente desapareció.
Dejo de cogerme el teléfono, contestar mis mensajes, verme…
No supe de él hasta dos meses después, que me llamo cuando sabía que estaba trabajando y no podía cogerle la llamada y me dejo un mensaje en el buzón de voz diciéndome burradas y haciéndome comentarios hirientes.
Pero en este caso no lo catalogaría como “gente no muy normal” sino simplemente un capullo integral sin más.
Después de eso volví con V unos meses más, pero en la misma línea, nada serio.
Llegamos a septiembre del 2002, donde en un chat, conocí a JD , quien creía que sería mi compañero hasta el fin de mis días, el amor de mi vida, el padre de mis hijos (con nombre escogido y todo)
Con él he compartido doce años y medio de mi existencia, pero hace 10 meses decidió poner fin a toda nuestra historia en común.
A día de hoy sigue presente en mi vida, faltaría más!!
Creo que no hay nadie que me conozca mejor que él, y por suerte o por desgracia, tenemos una telepatía y una conexión única.
No es necesario que diga, que JD tampoco era un rarito, no?
Siete meses después de mi ruptura y una vez recuperada casi en mi totalidad, conocí a JL (ya he hablado de él en dos post anteriores, si queréis saber más, buscadlo perezos@s)
Tampoco puedo decir nada malo de él, es una persona maravillosa, pero nos conocimos en un mal momento y lo nuestro no pudo ser.
Y ahora llegamos al presente… JC.
Llevo algo más de 3 semanas hablando con él, y aunque al principio quería negarme cualquier sentimiento hacia él debido a mi reciente decepción con JL, lo cierto es que no he podido evitar empezar a sentir cosas.
Todavía no nos conocemos en persona, pero no me hace falta para saber que con él tampoco habrá errores.
De salir bien, seremos muy felices juntos, y de salir “mal” seremos amigos, y eso, ya de por sí, es todo un regalo.
Estos son solo los 5 casos más destacados e importantes.
Pero gracias a las redes sociales he conocido a muchas personas que a día de hoy son mis amigas/os. A través del mundo Blogger conocí a Yasmi, Ana y Mireia, en un chat de cine, hace 11 años, conocí a Iván y a Manu le encontré por casualidad en fotolog.
Así que puedo decir que en mi caso, la gente de internet es de puta madre!!!
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