lunes, 23 de abril de 2018

DECONSTRUCCIÓN

Estoy cambiando.

Ya no soy la que era hace 15 años. 
Ni tan siquiera soy como solía ser hasta hace 6 meses. 

Poco a poco me estoy recomponiendo y recuperando la esencia de mi yo de antes, de mi yo antes de convertirme en otra mujer alienada por culpa del machismo y el patriarcado.

Me estoy deconstruyendo y estoy descubriendo, poco a poco, lo que es el feminismo, la sororidad y el empoderamiento.

¿Qué ha pasado para que esto esté sucediendo?  

Quizás os lo estáis preguntando, probablemente no.

Pues bien, durante los casi 13 años que estuve con mi ex pareja, estuve rodeada de actitudes y comentarios machistas, y de tanto percibirlos y oírlos acabe volviéndome una persona muy misógina.

Aunque ahora mismo admitir esto me produzca mucha rabia hacia mí misma por haber sido así de odiosa y asquerosa, es bueno aceptar que en el pasado has sido una mierda de persona, pero que has aprendido de ello y estas luchando por cambiar todo eso.

Cuando mi ex pareja me dejo hace justo 3 años, mi animadversión hacia el resto de mujeres era brutal. Se salvaban mis amigas, y por poco. Pues mi ex en muchas ocasiones había hecho comentarios muy desafortunados de ellas con connotaciones sexuales que habían despertado celos en mí. 

En aquellos tiempos me enfadaba con ellas, porque estaba tan ciega que creía que eran ellas las que había provocado esa situación y no mi pareja.

Los meses posteriores a la ruptura fueron duros. 
Seguíamos viviendo juntos, incluso compartíamos la misma cama. Ocultamos a casi todo el mundo que estábamos separados, solo unos pocos amigos lo sabían. Y todo eso me hacía creer de manera errónea, que quizás mi ex se replantearía las cosas y volvería conmigo.

Seis meses después de que él pusiera fin a nuestra relación, me contó que había conocido a una chica y obviamente me lo tome fatal. 
Ese día fue de las pocas veces que hable mal de esa chica. 

Pero mi ex, para “tranquilizarme” me dijo que no me pusiera así porque era una chica sin más, que no era nada serio (nada serio, que se casan en menos de dos semanas, todo sea dicho)

Pasaron unas pocas semanas, y un día, en un arrebato de romanticismo (o eso pensé yo) mi ex me llevo a comer a uno de mis sitios favoritos. Incrédula de mí vi aquello como un paso hacia nuestra reconciliación. Pero no.

Después de la comida me llevo a casa y se fue con esa chica con la que según él, no había nada importante.

Me derrumbé. Y cometí el mayor error de mi vida.

Mezclé un montón de pastillas, ansiolíticos y antidepresivos con lo que quedaba de una botella de vodka negro y luego me tumbé en la cama esperando que hicieran el efecto deseado.

Pero como podéis comprobar no fue así.

Me quede dormida ipso facto y desperté al día siguiente con una migraña horrorosa, pero nada más.

Lo tome como una señal. 

Algo me decía que si eso no había tenido el efecto esperado era por algún motivo.

Hasta la fecha yo me había negado a conocer a otros chicos, pues tenía la estúpida esperanza de volver con él. 
Pero a partir de ese día, eso cambio.

Me metí en una web de buscar pareja dispuesta a conocer a alguien que valiera la pena.

Tuve una suerte enorme, porque no tuve que hablar con demasiados babosos para poder dar con uno que fuera majo.

Hablamos durante un par de semanas. Quedamos. Surgió la química, quizás demasiada. Y estuvimos juntos 2 meses geniales. 

Pero se terminó. De buenas maneras y sin malos rollos. Él seguía colgado de una chica con la que estuvo antes de conocerme (ella vivía en México y él en Barcelona y su historia era imposible, pero en fin, el corazón a veces no entiende de razones)

Pero aun así, eso hizo que volviera a sentirme fatal conmigo misma y que mi odio hacia las mujeres creciera.

Cosas del destino, el mismo día que ese chico decidió poner punto y final al comienzo de algo que podría haber sido maravilloso, 
en la misma web donde nos habíamos encontrado, apareció el gran de mi vida.

Quizás quede fatal decir esto de alguien con el que he estado apenas un año y medio en comparación de los casi 13 que estuve con mi anterior pareja, pero es que es así.

Lo que yo sentí por esta persona no se puede comparar en lo más mínimo a lo que algún día pude sentir por mi ex.

Estuvimos hablando durante un mes. 
Me daba auténtico pánico sentir lo que estaba sintiendo, 
porque algo dentro de mí me decía que me acabaría dando otra ostia, pero aun así me rendí.

Me rendí a quedar con él y nada más verle, acabar enamorada 
hasta las trancas.

Los primeros dos meses fueron perfectos. 
Se quedaba muchos días en mi casa y prácticamente hacíamos vida de pareja y era genial (mi ex y yo seguíamos viviendo juntos, 
pero justo una semana antes de empezar mi historia con este chico, él había decidido irse a casa de sus padres, ahora que ya sabían que ya no estábamos juntos y él tenía otra novia)

¿Qué ocurrió para que todo eso cambiara?

Poco antes de hacer los 2 meses de pareja, me entere de toda la verdad respecto a mi ex.

Cuando un año atrás había decidido romper conmigo, él ya llevaba casi 2 años de relación paralela con esa chica de la que hable antes, su futura mujer.

Y mi cabeza exploto.

Todo lo que mi cerebro había estado acumulando durante todos esos años empezó a brotar.

Todas esas sospechas de que tenía amantes y me engañaba con otras, ahora cobraban sentido y verdad.

Siempre que yo le había echado en cara de que me era infiel, él me lo negaba y me tildaba de loca, de que veía cosas donde no las había y que me montaba películas.

¿Y quien pago todo eso?

Efectivamente, mi pareja.

Y aunque era la persona que más quería y he querido en toda mi vida, mi lado misógino se volvió más patente y visible a partir de descubrirse todo.

Empecé a desconfiar de él. 
A creer que me engañaba con otras, como ya había hecho mi otra pareja. 
Él se llevaba bien con todas sus ex novias, estaba en contacto con ellas, quedaba con ellas… y yo eso lo llevaba terriblemente mal.

Reconozco con todo el dolor de mi corazón, que en aquellos días hable fatal de esas chicas, pues pensaba, erróneamente, que si todavía seguían en contacto era porque había la posibilidad de que me dejara y volviera con alguna de ellas.

Mi cerebro también empezó a dictarme cosas como que él realmente no me quería, que estaba conmigo por algún tipo de interés, que me acabaría dejando aunque él dijera por activa y por pasiva que la que rompería la relación seria yo (finalmente me dejo y desgraciadamente acabe teniendo la razón una vez más)

Y toda esa mierda que tenía dentro, toda esa basura que me había convertido en una persona odiosa con ideas retrogradas  sentimientos de rabia y animadversión hacia otras mujeres acabo pasándome factura.

Hace casi 7 meses, por todo eso, acabe perdiendo al único y verdadero amor de mi vida.

Y no sé qué duele más, si la decepción de otra derrota, el corazón roto o el sentimiento de culpabilidad tan enorme que siento.

Por todo esto estoy cambiando.

A esas chicas de las que pensé mal en algún momento que eran mis mayores enemigas, me tome la molestia de conocerlas. 

Excepto una de ellas, que resultó ser bastante borde y desagradable conmigo, las otras 3 son geniales y a día de hoy estoy en menor o mayor contacto con ellas y me parecen unas personas fantásticas y unas mujeres estupendas.

Incluso la chica que va a convertirse en breve en la esposa de mi ex, la conocí personalmente y nos llevamos genial. 
Y espero que con el paso del tiempo podamos ser grandes amigas, aunque a la gran mayoría de las personas que me conocen les parezca una locura y algo “antinatural”

Esta sociedad nos adoctrina de tal manera que acabamos viendo que el resto de mujeres como el enemigo y eso es un gran error.

Y yo he tardado más de 15 años en darme cuenta de que tan equivocada estaba.

Ahora, como ya he dicho al principio de este rollazo que os he soltado, soy una nueva persona.

Veo a las demás chicas y mujeres como “hermanas” y aliadas.

Y esto es solo el principio de mi deconstrucción y mi empoderamiento.  

¡Lo mejor está por llegar!

La lastima es no haber dejado de ser una mujer alienada dos años atrás. 

Quizás así, ahora seguiría teniendo a mi lado a la mejor persona que tuve la gran suerte de conocer en la vida.


No hay comentarios: