jueves, 31 de marzo de 2016
Los putos prejuicios
Hoy he vuelto a leer varios artículos relacionados con una historia que ya descubrí hace un tiempo.
El caso de la pareja formada por Ashley Stevens y Christopher Glenn Reed.
Aquí os dejo diferentes enlaces donde hablan del asunto:
http://www.upsocl.com/comunidad/en-internet-llamaron-a-su-novio-feo-y-gordo-y-ella-supo-como-enfrentar-estas-ofensas/
http://www.contextotucuman.com/nota/38155/llamaron-gordo-y-feo-a-su-novio-mira-como-les-respondio-ella.html
http://www.viraleswtf.com/2016/03/29/su-foto-se-viralizo-y-ofendieron-cruelmente-a-su-novio-de-retrasado-y-gordo-ella-reacciono-asi/
A raíz de una foto que se publicó en redes sociales, donde ambos están en una boda y Ashley sale sonriente cogiendo el ramo de la novia y Christopher con cara de susto.
Esta se hizo viral debido a los comentarios insultantes e hirientes de muchos individuos ignorantes.
Pues bien, la primera vez que me hice eco de esto, me sentí bastante identificada.
Cuando tenía 15 años me enamoré de mi mejor amigo, R, el cual en aquella época pesaba unos 115 kilos (y yo unos 100, así, como dato) R era divertido, friki, simpático... lo tenía todo, excepto un buen físico, que era, por lo visto, lo único que le importaba a la gente que nos rodeaba.
En esos días, tuve que soportar comentarios del estilo "Pero tía, si esta súper gordo" o
"No sé cómo te puede gustar una cosa como esa"
Perdón, "cosa"???
Más "cosa" me parece la persona que tiene valor de soltar semejante estupidez por su boca!
Además, que tenia de relevante el hecho de que pesara 115 kilos, si yo pesaba apenas 15 menos que él y media menos (R media 1´80 y yo 1,73, así que a simple vista los dos estábamos igual de gordos, sí, porque éramos gordos y sin sentir vergüenza por ello)
Hay dos cosas en esta vida que no soporto (bueno, en realidad hay muchas más, pero quizá estas dos son el top de la lista) No aguanto a la gente mentirosa y a la gente con prejuicios.
Hoy hablaré de los prejuicios, y otro día, mas extensamente tocaré el tema de la mentira, que eso, seguidores míos, puede dar para mucho.
Respecto a los prejuicios, he llegado al punto de dejarme de hablar con mi abuela paterna porque se permitió el lujo de juzgar a mi expareja, nada más conocerle, con adjetivos de todos tipo menos bonitos y agradables.
O con una de mis tías, que se dedicó a expresar cometarios racistas en mi muro de facebook, sin tener en cuenta que mis ideas son totalmente contrarias a las suyas y que en mi familia política había gente de color.
Lo dicho, que no puedo con aquellos sujetos que se dedican a juzgar a las personas basándose en su físico. Porque si, puedes opinar de alguien o criticarle porque sea gilipollas, imbécil o un chuloputas, pero me parece que es caer muy bajo y ruin criticar a alguien por su cuerpo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario