martes, 23 de junio de 2020

Saber y follar

Noche de San Juan y yo en casa sola y sin plan. 

Así que me pondré a escribir un post aunque luego nadie lo lea y mucho menos lo comente.

Así es la dura vida de los blogueros, escribir sin esperanza alguna de que alguien vaya a leer sus desgracias y ocurrencias.

Pero quizás la publicación de hoy atraiga visitas y quién sabe, a lo mejor alguien se anima a plasmar su opinión ahí abajo...

Porque queridos lectores míos, hoy vengo a hablaros de SEXO.

Si, sexo.
Esa maravillosa palabra de 4 letras, que también puede traducirse en follar, chuscar, frungir, copular, fornicar, chingar, joder, follisquear, aparearse, hacer el amor, o mi favorita y muy catalana, como yo, sucar el melindru.

No es penséis que os voy a hablar de este tema porque sea yo aquí una experta en el tema. 
Que va ni mucho menos.

Es precisamente porque soy un poco novata en todo esto que voy a hablaros desde el punto de vista de aquella persona que esta descubriendo un nuevo y mágico mundo de placeres y gozos.

Como ya sabéis, a mis espaldas cargo una relación de pareja de casi 13 años.

Aunque nos queríamos mucho y en todos los aspectos eramos casi una pareja perfecta, en lo mas importante algo cojeaba.
En la cama no congeniábamos.
El sexo era monótono y aburrido vamos.

No fue hasta finales del 2015, con esa relación mas que terminada, y yo habiendo conocido a otro chico, que empece a conocer lo bueno y placentero que podía llegar a ser el sexo.
Y eso amigos, era solo el principio.

Conocí a un chico genial en AUT (ya lo sabéis, ya lo he contado varias veces) 
Y con él, el tema del fornicio era otro cantar.
No se si es porque previamente a conocernos en persona habíamos hablado mucho del tema sobre que nos gustaba y que no y sobretodo como nos gustaba, que ya la primera vez fue prácticamente perfecta.

Y todas las que la siguieron solo fueron a mejor, obviamente.

Pero eramos follamigos sin mas, y tras dos meses de pasarlo muy bien, la historia se acabo.

Pero casualidades del destino, el mismo día que decidíamos dejarlo ahí y solo ser amigos, apareció el gran amor de mi vida (hasta la fecha)

Con él se juntaba el sexo genial y el amor, y follar cuando estas enamorado, es una de las sensaciones mas fantásticas del mundo.

Pero un año y medio duro todo eso y otra vez volví a la soltería.

Tarde varios meses en intimar con otro chico.
Y a fin de cuentas solo fue un rollo de una noche para desquitarme las ganas tan grandes que tenia de follar,nada mas.

Meses después, conocí a mi ultima pareja.

Con él el sexo era algo de otro planeta, así de claro. Descubrí cosas nuevas que no sabia que me gustarían y me hice fan y mejoré en la práctica de muchas otras.


Aún me queda mucho por probar, y estoy dispuesta a hacerlo.

Cada vez me veo más segura de mi misma en el sexo, cosa que antes me daba muchísima vergüenza.

Me aterraba innovar en cuanto a posturas, siempre tenia que hacerlo con la luz apagada o muy muy tenue y según que practicas no quería ni oír hablar de ellas.

Ahora en cambio, me gusta hacerlo con la luz encendida, para así poder ver la cara de mi compañero de cama. 
Me pone muchísimo que me digan guarradas y perversiones, cosa que años atrás me hacia sentir sucia. 
Y poco a poco he ido añadiendo juguetes a mis interacciones sexuales para hacerlo todo un poco mas interesante.

Y conforme yo he ido abriendome a este nuevo mundo sexual me he ido dando cuenta que hay mucho desconocimiento y pudor alrededor de él.

Recuerdo al poco de estar con ese primer chico post relación tan larga... Estaba con dos amigas hablando en el Starbucks de Diagonal Mar, justo en una mesa desde donde se veía la tienda de juguetes sexuales de la planta de abajo, y les dije de ir luego a echar un vistazo.
Sus caras fueron un poema. Una se quedo callada y mirándome como si fuera una depravada. La otra negando con la cabeza para luego decir que ella no entraba a esos sitios.

Cabe destacar, que estas dos chicas, tiempo atrás, habían estado meses y meses consintiendo que me leyera la trilogía de 50 sombras de Grey, así que, mucho ruido y ninguna nuez.

Hasta ese momento casi nunca había hablado de sexo con otras chicas. Y si alguna vez había tocado el tema había sido con mis amigos.
Porque si, entre hombres no me sentía (mal) juzgada.



A día de hoy ya me da igual.

Hablo de este tema abiertamente y sin pudor.
Y eso, a algunas personas les asusta.

Pero no es mi problema, sino el suyo por vivir todavía con apuro por hablar de pollas, coños y follar.

Bueno, por hoy ya está bien.

En próximas entregas os seguiré deleitando con mis nulos conocimientos sobre sexo.

Y recordar amiguitos míos

FOLLAD MUCHO Y JODED MENOS ;)

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