domingo, 9 de agosto de 2020

A todos los chicos a los que quise

Si, el titulo de esta entrada es casi un calco del de esa película ñoño pastelosa de Netflix. Simplemente he cambiado el "de los que me enamore" por "a los que quise" porque yo solo me he enamorado una vez en la vida. Querer he querido muchísimo y a muchos.
A unos más a otros menos.
La primera vez que sentí la llamada del amor, por así decirlo, fue a muy temprana edad, con 9 años.
Era el primer día de clase y empezaba en un colegio nuevo. Al igual que yo, otros 4, dos chicas y dos chicos, empezaban ese año en ese centro.
Y uno de ellos era él, Juli.
Creo que fue el primer flechazo de mi vida, creo no, lo sé, no tengo duda alguna.
Juli era el chico mas guapo que había visto nunca.
Pero pensar eso con apenas 9 años es un poco ridículo.

Pero no. 
Han pasado los años y a día de hoy sigo pensando que es uno de los chicos mas guapo, y con los años, sexy y atractivo, que he conocido en toda mi vida.

Juli me tuvo enchochada la friolera de 10 años.
Nadie, o casi nadie, estaba nunca a su altura. 
Era como el culmen de la perfección. 
Guapo por fuera pero sobretodo por dentro.

Y os preguntareis ¿Que pasó?

Nada, absolutamente nada.

Porque yo era una completa cobarde y pensaba y sigo pensando que no estaba a su nivel y que aunque le hubiera dicho todo lo que sentía y pensaba, no hubiera cambiado nada.

Obvio que él sabia que me gustaba. 
Pero no creo que fuera consciente de que lo que sentía no era una pillada sin más. 
Yo le quería. Le quería de verdad.

Pero nunca tuve valor de decírselo.

En cambio con Roberto si tuve ese valor.

A Roberto le conocí con 15 años en el instituto.
Era lo opuesto a Juli. 

Mientras Juli traía de cabeza a prácticamente todas las chicas de clase, Roberto pasaba inadvertido.

Metro ochenta, 130 kilos y un carácter tímido e introvertido, hacían que nadie cayera en la cuenta de su existencia.

Hasta  que le conocí. 

Congeniamos desde el minuto uno. 
Nos pasábamos horas y horas hablando. 
Durante las clases nos mandábamos notas y si nos tocaban optativas por separado, nos escribíamos cartas que luego nos intercambiábamos (todo eso aun lo conservo bien guardado en una caja, son recuerdos que no quiero perder nunca)

En Roberto veía todo lo que quería en un chico para ser mi novio.

Así que le eche narices y me declaré...

No me rechazo por no ser su tipo, no estar a su nivel o no gustarle...

Me rechazo porque era gay.

Se me vino el mundo encima, pero le quería tanto, que mi amor por él iba mas allá y seguí a su lado apoyándole en todo.

Acabó el instituto, yo me puse a trabajar, él siguió estudiando, nos distanciamos....y poco a poco dejamos de vernos y de hablar.

Hace 3 años supe de él. 
Está casado con un mexicano viviendo al otro lado del charco. Poco después de perder el contacto se puso en serio a adelgazar y ahora esta fibrado y con un cuerpazo de escándalo.

Por lo visto le paran por la calle a menudo porque le confunden con Justin Timberlake (si, era una versión XXL de él cuando yo le conocí)

Con 19 años ya conocí a Juandi, quién fue mi pareja durante casi 13 años.

En todo ese tiempo solo tuve ojos para él. 

A Juandi le quise muchísimo. 
Es más, durante todos los años que estuvimos juntos, siempre pensé que estaba enamorada, 
pero no.

Luego conocí a Juan Carlos, el que ha sido hasta el momento el único y gran amor de mi vida.

Pero antes de llegar Juan Carlos a mi vida, estuvo Josep.

Josep fue el primer chico que conocí después de mi ruptura con Juandi. 

Nos conocimos en AUT y me fue detrás durante un mes. 

Al principio él era el único que ponía interés, hasta que al final me acabó gustando más de lo que creía, quedamos y...boooom flechazo.

Le quise un montón por todo lo que supuso para mi y mi vida.

 Josep fue un pilar fundamental en la transición a mi nueva vida de soltera, y durante 2 meses vivimos una historia de amigos que se quieren mucho, que disfrutan juntos, pero que no están destinados a ser pareja. 

El mismo día que Josep y yo dejábamos a un lado el rollo para ser solo amigos, apareció Juan Carlos.

Volví a meterme en AUT y allí  estaba, un hechizo de JC, de hacia unos días.

Su foto ya me llamó la atención de primeras.
Rellenito, rubio, con gafas... Lo que a mi me gustaba y me sigue gustando.

Leí su perfil y parecía que lo había escrito yo misma. Nos gustaba exactamente los mismo, excepto unas pocas cosas, que con el tiempo me enseño y de las cuales ahora soy súper fan.

Pero como en toda gran historia de amor había un pero, y un pero bastante grande e importante.

Por aquel entonces yo tenia 32 años, Juan Carlos 21.

Físicamente parecía que esa diferencia de edad era al revés, porque yo parezco mucho más joven de lo que soy y el mucho más mayor. 
Pero aun así la barrera de la edad era muy fuerte para mi.

Pero me gustaba tanto y él hizo lo imposible por conquistarme que finalmente lo consiguió.

Me enamore de él. 
Esta vez si estaba enamorada.


Ya lo estaba antes de verle cara a cara, pero en persona fue algo que no sabría describir con palabras y que aunque lo intentara, me quedaría corta.

Con Juan Carlos supe por primera vez en mi vida lo que es el amor de verdad y con mayúsculas.

Lo notaba en como me trataba, como me hablaba, que cosas me decía y sobretodo, en como me miraba. 
Creo que jamas podre olvidar esa mirada azul suya.

Pero todo lo bueno tiene un final. 
Y estaba claro que perteneciendo cada una a generaciones bastante diferente, lo nuestro no podía durar.

Pero fue bonito mientras duro. Muy bonito.

Me costó mucho superar la ruptura con Juan Carlos.


Lo nuestro se acabó un 24 de septiembre del 2017 y no fue hasta diciembre del 2018 que yo me vi capaz de querer estar con otro chico.

Maldita la hora.

Hacia justo un mes que había muerto mi padre, cuando abrí de nuevo la app de Tinder que tenia abandonada desde hacia semanas.

Curiosendo perfiles, apareció el suyo.

Foto de un chico con perro.
Con un perfil extenso donde explicaba lo que buscaba, lo que ofrecía.... (aunque luego todo fue mentira)

Que me llevó a hacerle match? 

Sinceramente, el hecho de que se llamara como mi padre y mi hermano me hizo creer que quizás era una señal, el destino, yo que sé.

Empezamos a hablar cuatro tonterías un sábado por la tarde, pero como él tenía guardia en el trabajo al día siguiente, no fue realmente hasta el lunes que nos pusimos a hablar en serio.

Seré breve...

El miércoles ya me estaba diciendo que se estaba enamorando de mi, el viernes era la mujer de su vida y el domingo nos conocíamos en persona y empezábamos a salir.

Nueve días después estaba yo conociendo a toda su familia al completo en cenas y comidas navideñas y el tratándome como si fuéramos marido y mujer y diciéndome cada día que me mudara a vivir con él.

Yo estaba en una nube, porque jamás me habían dado tanta importancia como pareja en tan poco tiempo y me ilusione hasta las trancas. 

Todo lo que me decía que hiciera lo hacia, me volví prácticamente una marioneta en sus manos. 

Deje poco a poco de lado a mis amigos y familia. 

Casi todo el tiempo lo pasábamos solos o con su familia o sus amigos. 

Os diré que en el año que estuvimos juntos ni llegó a conocer a mi hermano, y de todos mis amigos, solo conoció a dos y porque son pareja.

No voy a profundizar mucho mas,pero solo os diré que fue uno de los mayores errores que he cometido en mi vida.

Le quise? Con toda mi alma.

Le quise tanto que me dejó 4 veces y volví con él 3.

Hasta que a la cuarta me harte y puse tierra y 
silencio de por medio porque psicologicamente me estaba destrozando.

Mi autoestima nunca ha sido muy boyante, pero él consiguió pisotearla y destrozarla por completo.

Todo lo que me gustaba a mi y a él no, era una mierda. 
Me convenció para que cambiara mi forma de vestir. 
Yo, que el verano antes de conocerle había hecho pasos agigantados en aceptarme y quererme y me había empezado a atrever a vestir pantalones cortos y escote.
No quería que me maquillara,pero no me lo decía claramente. 
Sutilmente cuando me maquillaba me decía que estaba mas guapa sin maquillar y que no tenia sentido que lo hiciera.
Si yo quedaba con Juandi, mi ex, y su mujer (jamás quede con Juandi a solas por respeto a nuestras parejas) automáticamente me tiraba indirectas e insinuaba que me lo iba a follar....

Una vez acabada la relación, gente de nuestro entorno y que entre ellos no se conocen, coincidían en su opinión respecto a él.  

Amigos y familiares suyos y también míos, opinan que era una persona turbia, narcisista, toxica, con una autoestima de mierda que para sentirse mejor me hundía a mi y sobretodo, todos recalcaban lo mal que me trataba.

Pero obviamente yo estaba ciega y no vi nada de todo eso.

Después de mi experiencia con Ignasi, me había planteado no tener nada sentimental con nadie en muchísimo tiempo. 

E incluso como quiero ser madre, hacerlo yo sola sin tener que depender de ningún hombre, visto lo visto con mis experiencias en cuanto a parejas.

Desde que esa historia se acabo el 12 de enero, he conocido a varios chicos. 

A Ferran le conocí en Tinder. 
Me gustaba muchísimo, pero nunca llegué a plantearme nada mas allá de encuentros sexuales, que por h o por b, al final han quedado en nada y no hemos llegado a quedar.

Si quedé con Dani, un chico que conocí en una app que ahora no recuerdo. 
Vivía y vive muy cerca de mi, parecía buena persona....pero no.

Quede con él, tuvimos nuestros 4 polvos (muy) mal echados y me timó 200€ con la excusa (no se si real o no) de que le habían hackeado la cuenta bancaria y ventilado todos el dinero que tenia, y que hasta pasadas 2-3 semanas el banco no le podía devolver todo el dinero.

Tenia un hijo de 3 años del cual tiene la custodia, y no podía permitir que no tuviera ni un euro para comprar comida para el niño y para él.

Y tonta de mi le deje dinero a lo largo de 3 semanas.

Hasta que vi que no era la misma persona que 
había sido durante todo el mes que hablamos por whattsapp y por teléfono, fui testigo de lo agresivo y violento que era con su hijo y como era frío y distante conmigo.

Le dije que ya no quería seguir conociéndole en esa linea y que solo fuéramos amigos 
(lo dije por quedar bien, lo que realmente quería hacer era alejarme lo máximo posible de él porque no me gustaba un pelo su verdadero yo) pero él como buen machito ofendido, giro la tortilla a su favor, dijo que era él quién no quería nada mas conmigo, que había follado conmigo por pena, que le daba asco por lo gorda que estaba y que ya se estaba follando a otra...

En fin....que persona mas "maravillosa" eh

Después de todo esto, decidí quitarme todas las apps para conocer tíos.

Llevaba un mes sin abrir la de AUT y al hacerlo....sorpresa!

Varios mensajes de tíos con los que había hablado en algún momento en los últimos 6 meses y unos cuantos hechizos.

Me puse a borrarlos casi sin mirar quién era el chico que me lo había enviado hasta que le vi a él.

Juan, el prototipo de chico que me gusta a mi.

Leí su perfil y fue como tener un dejavu y recordar a cuando conocí a Juan Carlos. 
Todo lo que le gustaba a él me gustaba a mi. 

Así que acepte el hechizo por inercia.

Me escribió enseguida y fue tan fuerte y brutal el flechazo (por mi parte, claro está) que no tardé mucho en darle mi teléfono para hablar por whattsapp y pasarle los links de mi twitter, facebook e IG para que viera como era realmente y quizás, con un poco de suerte, le gustara.

Parecía que mi "artimaña" había funcionado.

La primera noche, si no recuerdo mal, estuvimos casi 10 horas intercambiandonos mensajes.

Esa "noche" me fui a la cama con la sensación de que el destino me estaba dando una segunda oportunidad.

Pasaron los días y la cosa iba a más.

Empezamos a llamarnos (yo, que nunca, jamás había hablado por teléfono con ningún chico que hubiera conocido en un app) y las llamadas se alargaban hasta 6 horas. 

Hablar con él era una pasada. 
Me sentía tan a gusto....por fin.

Pero como todo no puede salirme bien nunca, 
Juan vive en Zaragoza, zona en la cual el coronavirus esta más presente, percance que boicoteaba la idea de poder vernos en persona.

No sé si eso es lo que ha hecho que él desaparezca.

Hablamos por ultima vez hace dos semanas.

Llevaba días agobiado por toda la situación que hay a su alrededor y yo le dije que no quería molestarle más.

Quizás ahí esta mi error. 

Porque él no ha vuelto a escribirme, y yo, por miedo a hacerlo y encontrarme una respuesta que me rompa el corazón, tampoco me he atrevido a dar el paso.

Llevo escritos 13 borradores distintos expresando todo lo que pienso y siento, pero no tengo valor para enviarle ninguno de ellos.

Este chico si me gustaba de verdad.

Y estoy segura que de habernos llegado a conocer, hubiera pasado exactamente lo mismo que con Juan Carlos, me habría enamorado y por fin, volvería a ser feliz. 


Pero estoy destinada a que no me quieran.

Eso es algo que debo asumir.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo te animo a que le eches ovarios y hables con Juan, el ultimo chico con el que no hablas desde hace dos semanas. Una cosa muy comun en chat escrito son los malentendidos, si es eso, no dejes que eso muera :(